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¿Cómo la investigación sobre género puede ayudar a alcanzar la justicia climática?

Un reporte explica la importancia de comprender como el género afecta la forma en que experimentamos el cambio climático para elaborar políticas de justicia climática efectivas.

 

A medida que la crisis climática se acelera, también lo hace la necesidad de comprender sus efectos y la mejor manera de abordarlos. No existen dudas que el cambio climático está exacerbando las desigualdades ya existentes en todo el mundo, en torno a la raza, el género y la clase y que estas experiencias diferenciadas con el cambio climático rara vez se abordan en las políticas públicas.


La Organización de Mujeres para el Medio Ambiente y el Desarrollo y el Sierra Club acaban de publicar un informe único que revisa la literatura académica y científica existente para explorar más a fondo la dinámica climática específica de género en los Estados Unidos.


El estudio explica que desde las estadísticas de empleo del sector energético hasta los riesgos para la salud y la preparación para desastres, el género es un nexo crucial en el que se debe construir la resiliencia climática. Si no se comprende la forma en que el género afecta la forma en que una persona experimenta el cambio climático, no podemos crear políticas para proteger y preparar a todos.


Aquí hay cinco cosas que no sabías sobre el clima y el género

  1. Las mujeres representan solo el 19% de las personas entrevistadas, destacadas o citadas en la cobertura de noticias relacionadas con el clima.

  2. Los hombres representan aproximadamente el 72% de los trabajadores en la producción de energía y combustibles. Esto incluye a los trabajadores en los campos afectados negativamente por los esfuerzos de descarbonización, como el carbón, el gas natural y el petróleo, así como los sectores que se benefician de la descarbonización, incluidos la eólica y la solar.

  3. Las mujeres son más propensas que los hombres a visitar la sala de emergencias por afecciones relacionadas con el asma y la respiración durante los incendios forestales

  4. Experimentar eventos climáticos extremos se asocia con mayores riesgos de bajo peso al nacer y nacimientos prematuros.

  5. Alrededor de la mitad de los estadounidenses cree que la crisis climática está perjudicando a los Estados Unidos, incluido el 53% de las mujeres y el 45% de los hombres. Las mujeres latinas (67%) y negras (63%) son las más propensas a estar de acuerdo con esta afirmación.

El informe destaca la necesidad de más investigación y un análisis más profundo de género y clima,dado que gran parte de los estudios existentes no tiene en cuenta las disparidades entre las mujeres de diferentes identidades raciales y las personas en toda la experiencia del espectro de género, tanto en términos de efectos negativos, sino también en torno a sus oportunidades de liderazgo.

Por ejemplo, en Estados Unidos, luego del desastre provocado por el huracán Katrina en el año 2015 se ha observado que las mujeres eran más propensas que los hombres a regresar a la ciudad en los años posteriores a la tormenta. Asimismo, los residentes blancos, que tienden a tener acceso a más recursos financieros que los residentes negros, tenían muchas más probabilidades de regresar.


Además, entre las madres solteras negras, los propietarios de viviendas antes de la tormenta tenían muchas más probabilidades de regresar a sus hogares anteriores a Katrina que los inquilinos o aquellos en viviendas subsidiadas. También se observó que dentro de las comunidades LGBTQI de Nueva Orleans, las lesbianas, las mujeres bisexuales y las personas de color se enfrentaron a una mayor inundación en sus vecindarios que los hombres homosexuales blancos de clase media debido a ingresos más bajos y, relacionados, los vecindarios que podían permitirse vivir antes de la catastrofe.


En linea con lo que explica el Informe, Desde la Fundación Expoterra nos hemos propuesto como uno de los ejes fundamentales de nuestro trabajo posicionar en la agenda pública y académica propuestas de políticas de género en temas vinculados con la protección ambiental.




Fuente: WEDO.

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