El mundo conmemora el 28 de Junio el día del Orgullo LGBTIQ +.
La madrugada del 28 de junio de 1969 en un barrio de Nueva York, un grupo de policías realizó una redada en un bar de Manhattan llamado 'Stonewall Inn' conocido por ser un espacio donde las personas con identidades, orientaciones y expresiones sexuales diferentes a las establecidas por la cis-hetero norma podían divertirse libremente.
Situadas en ese momento en la historia, las personas que integraban lo que ahora se conoce como el colectivo LGBTIQ+ eran estigmatizadas en cada uno de los espacios que habitaban. Eran consideradas enfermas por los médicos, criminales por la policía, inmorales por las agrupaciones religiosas, incontratables por el gobierno y depredadores por los noticieros.
En un contexto en donde era ilegal bailar con una persona de tu mismo sexo y cuando el hecho de tener menos de 3 prendas de ropa que correspondieran a tu sexo biológico era razón suficiente para ser víctima de detención policial, esa noche en ese bar casi 200 personas decidieron hacer frente a la opresión que sufrían cada día.
Ese levantamiento, que se prolongó durante 3 días, significó un antes y un después en la historia: fue replicado en distintas partes del mundo y dio lugar al primer Día del Orgullo, que se celebró en el primer aniversario de este acontecimiento, para conmemorar el alzamiento de toda una comunidad que reclama por sus derechos civiles y reivindicar la libertad de las personas de expresar su género, orientación e identidad de la manera que elijan.
La bandera que simboliza el movimiento cuenta con los colores que representan las características de la comunidad: rojo (vida), naranja (salud), amarillo (luz del sol), verde (naturaleza), azul (serenidad) y violeta (espíritu).
Si bien hace ya 30 años que la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad, la transexualidad sí era considerada como tal hasta hace sólo 2 años.
Si bien muchos derechos fueron conquistados desde esas primeras movilizaciones en 1969, queda aún mucho por hacer.
La tolerancia cero a la discriminación por orientación, expresión o identidad de género, la aplicación efectiva de un cupo laboral trans y la igualdad de oportunidades son pilares centrales para el desarrollo de cualquier política en nuestra sociedad, no solo en los dichos sino en las acciones concretas que se deben llevar a cabo día tras día para lograr una comunidad más inclusiva.
Desde la Fundación Expoterra, consideramos indispensable tener presente que el respeto a estos derechos individuales y la igualdad de género en su máxima expresión es condición necesaria para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que resalta la Organización de las Naciones Unidas en el marco de la Agenda 2030 aprobada por la Asamblea General en su resolución 70/1 del año 2015.
La autora es abogada, egresada de la Universidad Nacional del Sur (UNS), integrante del Observatorio De Género y Diversidad Sexual de esa Universidad y parte del equipo de Genero y Ambiente de la Fundación Expoterra.
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